Mostrando las entradas con la etiqueta perfección. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta perfección. Mostrar todas las entradas

martes, 24 de septiembre de 2013

Observador, Acciones y Resultados / Ser, Hacer, Tener

Por Bernardo Villar



El ser humano es un ser que observa y explica. Observa un fenómeno y le agrega una explicación y todo sucede de modo tan automático que nos parece que la explicación pertenece al fenómeno y nos olvidamos que somos nosotros quienes lo explicamos y nos parece que esa explicación (nuestra explicación) es como las cosas son.

Y cuando sabemos cómo son las cosas no queda espacio para ninguna otra interpretación, limitando las posibilidades de acción disponibles. Cuando recordamos que la explicación es solo NUESTRA EXPLICACIÓN, se abre la posibilidad de tomar otras acciones.

La explicación que le damos a los fenómenos definen nuestras posibilidades de tomar acción pues es la explicación que privilegiamos la que define la acción que tomaremos.

Conocemos el esquema SER - HACER - TENER, es decir, las acciones que definen mis resultados parten de quién estoy yo siendo. Sin embargo no estamos hablando solo de ser como maneras de comportarme sino de maneras de interpretar. Así, puedo actuar de modo distinto para obtener resultados distintos, y eso muchas veces funciona: acciones distintas provocan resultados distintos, ésto se llama aprendizaje incremental; pero aun así estamos cambiando solo los haceres (las maneras de ser son al final, haceres).

Tal vez si vemos el esquema SER - HACER - TENER como OBSERVADOR - ACCIONES - RESULTADOS podamos entenderlo mejor. Cuando hablamos de SER nos estamos refiriendo a nosotros como observadores de los fenómenos. No se trata de cambiar maneras de actuar desde la misma explicación del resultado, sino para cambiar diametralmente el resultado es preciso cambiar el modo en que lo explicamos, es decir, cambiando el modo en que estamos interpretando cómo el mundo ocurre para nosotros

domingo, 9 de junio de 2013

Yo Soy Perfecto

Por Bernardo Villar



Yo soy perfecto. Así como suena.

Soy como se supone que debería ser, soy una persona completa. Estoy al cien por ciento. Y por ello no implico que no me equivoque, que no pueda crecer mucho mas en muchos aspectos, no significa que mis relaciones sean totalmente satisfactorias para mi o para quienes se relacionan conmigo. No soy un santo ni un virtuoso de ningún tipo, tengo malos hábitos, tengo sobre peso, me estoy quedando calvo, me falta disciplina y no soy el tipo más popular que hay. Y sin embargo, sostengo, soy perfecto.

Y soy perfecto porque soy lo que un ser humano es: un ser con características distintas y que puede crecer hacia donde lo elija. Soy perfecto porque no soy incompleto, soy pleno y sin embargo, sigo creciendo, sigo aprendiendo. No soy perfecto si pienso en perfección como ser lo que la gente espera de mi, lo que la gente no se perdona no ser.

La perfección no implica tener el físico que en este momento histórico está de moda, ni cumplir con lo que hoy se entiendo por exitoso, o ser el tipo más simpático y popular del planeta, o cumplir con todas las expectativas posibles de todos los seres de la tierra. Eso no es ser perfecto, eso es ser imposible.

Yo soy perfecto porque no lo soy, porque me equivoco todo el tiempo, no equivocarse no es ser perfecto, es ser infalible; soy perfecto porque soy humano, porque en el mundo no hay nada que no sea perfecto. Soy perfecto igual que tu y que él y que ella; soy perfecto y estoy al 100% y mi 100% varía cada día. Ello no implica que perfecto como soy no pueda crecer y transformarme en lo que decida.