martes, 12 de noviembre de 2013

¿Por qué se rie la vaca?



¿Son felices los animales? No tengo modo de saberlo a ciencia cierta. No creo que nadie pueda asegurarlo o desmentirlo. Los científicos han hecho un sin fin de pruebas que muestran que los animales sufren estrés como los seres humanos. Y los seres humanos consideramos el estrés como un modo de sufrimiento, así que concluimos que los animales sufren cuando se les maltrata o se les somete a estrés y cuando no, pues son felices.

Y nos contamos una historia humana con personajes animales, atribuyéndoles a estos seres maravillosos atributos humanos como lealtad, amor, compasión, valentía, etc. Es decir, los observamos y explicamos su comportamiento por medio de una historia creada a través de filtros humanos.

Nos inventamos esta historia y nos olvidamos que solo es eso: una historia. Y lo hacemos porque eso es lo que hacemos los seres humanos (entre otras cosas): contamos historias; intentamos explicarnos el mundo en el que vivimos utilizando la herramienta del lenguaje.

Me atrevo a imaginarme que los animales mayormente son felices (claro, se entristecen y sufren en ciertos momentos, aunque no del modo humano) porque carecen de la capacidad del lenguaje. No quiero negar con esto que los animales se comuniquen, solo digo que no lo hacen mediente el lenguaje como lo conocemos los humanos.

El lenguaje es el contexto en el que el ser humano existe y la herramienta con la cual crea las historias que forman su realidad. Nos obsesionamos con encontrarle sentido a sucesos pasados, presentes y futuros mediante una narrativa acorde con nuestros valores e intereses.

Los animales en cambio, si se encuentran en un predicamento: un depredador, por ejemplo, y sufren estrés durante un momento y si logran escapar, no se paran a inventar una historia sobre por qué ese animal "malo" se los quería comer y se traen esa historia con ellos. Los animales pasan el evento y ya. Continúan con lo que sigue. No son capaces de inventarse una historia sobre el por qué su vida es como es. Sencillamente siguen haciendo lo que su tipo particular de animal hace.

Así que yo pienso que la vaca se rie porque no se cuenta cuentos.

¿Tu qué crees? ¿Por qué rie la vaca?, por favor comenta.

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domingo, 10 de noviembre de 2013

¿Soy responsable de como soy entendido?

Por Bernardo Villar


Alguna vez leí que yo soy responsable de lo que digo y tu es responsable de lo que entiendes. No puedo estar mas en desacuerdo. Yo como emisor del mensaje requiero asegurarme que éste sea entendido del modo mas cercano a la idea que pretendo comunicar. De otro modo estoy implicando que si no me comprenden o mal interpretan mi comunicación es por la ineptitud de los demás. El típico caso de "yo estoy bien, tu eres el del problema".

Imagínense que yo se que un desastre inminente amenaza una aldea en la selva del congo donde no hay señal de radio, television, internet ni nada parecido y que no hablan otra lengua que su dialecto y pretendo alertar a los pobladores de tal aldea usando twitter, y cuando el desastre ocurre yo exclamo indignado ¡pero si yo les avisé a tiempo!

¿De que serviria tener el mejor programa de radio o televisión si no existieran aparatos capaces de captar la señal y reproducirla de modo fiel? Cuando se inventaron estos medios de comunicación no se inventó solo un modo de transmitir la señal sino que hubo que desarrollar los equipos capaces de recibirla y decodificarla de un modo eficiente.

Si para mi es importante ser entendido requiero asegurarme que el mensaje está llegando y siendo interpretado del modo correcto.

Por otro lado, es tambien responsabilidad de quien recibe el mensaje asegurarse que lo que está entendiendo lo está entendiendo bien.

¿Tu qué piensas? ¿Eres o no responsable de comunicarte eficientemente?


jueves, 7 de noviembre de 2013

Imaginario, Basado en hechos reales


Cuántas veces hemos ido al cine a ver una película "basada en hechos reales" y terminamos asumiendo que todo lo que vimos ocurrió cuando la mayoría de las veces los hechos reales en los que se basa es el nombre del perro, la ciudad en la que se lleva a cabo la historia y que a alguien alguna vez le pasó algo parecido. El resto es ficción.

¿Qué tal si te dijera que, aunque basada en hechos reales, tu vida es mayormente ficción?

Nuestra mente hace lo que se supone que haga: piensa, hace juicios, clasifica, crea historias. Lo hace todo el tiempo inevitablemente y terminamos confundiendo los hechos con la historia que nos contamos sobre ellos luego de realizar juicios basados en nuestras creencias e intereses. Así no podemos decir que cómo son los hechos sino cómo nos relacionamos con ellos.

Entonces la vida no es otra cosa que la historia que me cuento de los sucesos que viví, vivo y viviré. Lo pasado es una historia de cómo recuerdo la historia original que inventé sobre los hechos, el presente es la primera versión de una historia sujeta a revisión y el futuro es la historia que me cuento sobre mis aspiraciones y deseos.

Si mi pasado es doloroso o jubiloso, no es por los hechos ocurridos sino por el cuento que me cuento sobre ellos. Si mi presente me satisface o no depende de la historia que estoy inventando, y del mismo modo mi futuro no será disitnto a la historia que me cuente de él: esperanzador o amenazante. Al final todo se trata de el cuento que estoy narrando, solo que la mayor parte del tiempo olvido que no solo soy la audiencia sino que soy yo el narrador y como tal puedo cambiar la historia en el momento que lo desee.

¿Tu qué opinas? por favor comenta.

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miércoles, 6 de noviembre de 2013

El que nace para maceta...



Por Bernardo Villar

"El que nace para maceta, del corredor no pasa"

                            - Dicho popular

Recientemente he escuchado a varios coaches y facilitadores de talleres hablar sobre "no engañarse con lo que uno es", "no tener falsas espectativas sobre lo que se puede lograr" y con "aceptar las propias limitaciones", "gente que vale mil y gente que vale 50" y no puedo evitar inquietarme.

Conceptos como personas con distinto valor han dado pie históricamente a grandes barbaridades (¿se acuerdan de nuestro amigo Adolfo que arrasó con 6 millones de personas que no valían lo suficiente?)

No es difícil encontrar este tipo de "apoyo" que busca que te contentes con quién eres como si fuera parte de tu naturaleza, coaches que hablan de que tus espectativas requieren ser razonables, que solo se puede hacer lo que se puede hacer y que solo puedes alcanzar lo que tu naturaleza te ha predispuesto a alcanzar.

Personalmente considero peligroso pensar que la gente tiene por naturaleza un valor que los define por el resto de sus días. Este concepto proviene de la noción metafísica de que existe un modo en que las cosas (incluyendo las personas) son, y siendo la corriente de pensamiento que ha prevalecido por miles de años, ha sido el fundamento para justificar situaciones como los derechos "divinos" de ciertas personas o familias a decidir sobre los derechos del resto como en los sistemas monárquicos y religiosos, donde claramente es peligroso pensar que yo pueda considerarme por naturaleza igual a un rey o a un sacerdote. Este tipo de pensamiento ha fundamentado el derecho de las culturas occidentales a depredar el planeta y sojuzgar pueblos "inferiores" porque es claro que hay personas que valen 1000 y otras que valen 50 y esas personas que valen 50 no deberian engañarse aspirando a lo que fue hecho para personas de 100, 500 o 1000 de valor.

Defender que yo soy como alguien mas me creó es defender que los pobres son pobres y asi deben quedarse, que los poderosos tienen mayores derechos, que las mujeres deben vivir a la sombra de los hombres, que las minorías son minorías porque valen menos y así podemos seguir un buen rato.

Esta filosofía ha sido cuestionada y enfrentada en el último siglo por otras corrientes de pensamiento centradas en el hombre y las distintas cosas que le dan su categoría de "humano" a este tipo especial de ser. La transformación está fundada en estas filosofías.

La transformación humana está centrada en el ser humano y sostiene que al nacer, salvo las limitantes anatómicas que puede tener, un ser humano puede en potencia convertirse en lo que elija, pues no existe un modo predeterminado en que la persona es, no existen personas de valor distinto por naturaleza. Las personas aprenden a ser quienes son y como cosa aprendida puede aprender a ser ce cualquier otro modo.

Por supuesto, podemos decir: "pero no todos podemos ser atletas de alto rendimiento", "No todos podemos ganar un maratón" Por supuesto, hay limitantes físicas que predisponen a algunos a tener un mejor desempeño. A estas personas las vemos ganar olimpiadas, sin embargo todos podemos ser corredores, o nadadores....

¿Es ésto una realidad dura? ¿En verdad puedo lograr cualquier cosa?

Pues habrá cosas que pueda lograr, cosas que no, pero eso no me va a dar mayor o menor valor como persona. La transformación, como todo en la vida es una postura que tomar ante la vida, pero es una postura que da poder, porque en realidad, la mayoría de mis limitaciones son las que yo creo que tengo, y no sabré nunca qué tan lejos puedo ir si no me arriesgo a ir demasiado lejos.

¿Tu qué piensas? por favor comenta.

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jueves, 31 de octubre de 2013

¿Qué historia cuentas sobre ti?





Por Bernardo Villar


El humano es un ser que cuenta historias. Mediante las historias formamos una "identidad propia". Es mediante las historias que otros nos dicen mientras vamos creciendo que nos es posible crearnos una identificación personal sobre quién y cómo somos. Hacemos propias historias como: el niño es muy inquieto, el niño es muy enojón, el niño es igualito al borracho de su abuelo, la niña es tan coqueta como su tia, la niña es débil como su madre... de tal modo que esa historia se convierte en una verdad que aceptamos como parte nuestra naturaleza.

Si no fuera bastante con aceptar como identidad propia las historias ajenas que tienen que ver solo con las creencias y prejuicios de terceras personas, tan pronto como comenzamos a ser capaces de hacerlo, aliñamos estas historias ajenas sobre nosotros con historias propias que nos contamos sobre quienes somos de acuerdo a las experiencias que vamos teniendo en la vida: conseguimos tal trabajo, nos deja la novia, fracasamos en tal o cual proyecto...

Terminamos convirtiendo este conjunto de historias en una conversación acerca de quienes somos dentro de la cual ocurre nuestra vida. Un conjunto de juicios que tomamos como verdades inapelables sobre cómo es el mundo, cómo somos nosotros y lo que cada uno puede o no alcanzar en su vida dentro de esas limitantes impuestas.

De este modo, somos la historia que contamos sobre quienes somos, que a su vez es una versión mejorada de la que nos contaron sobre quienes eramos las personas a nuestro alrededor.

Y esta historia, a su vez existe entre otras dos grandes mitologías: el pasado y el futuro.

El pasado no es otra cosa que la historia que nos contamos sobre acontecimientos en los cuales pudimos o no haber participado, matizada desde mis creencias y el tipo de observador particular que eramos en esos momentos.

El futuro es la historia que nos contamos sobre cómo será nuestro mundo dentro de algún tiempo, del mismo modo condicionada por mis creencias sobre cómo el mundo es, cómo soy yo y lo que puedo alcanzar con las características que yo me he atribuido en esa historia.

Claramente el pasado y el futuro no son otra cosa que una construcción mental: una historia que nos contamos.

Entonces, ¿qué pasaría si yo cambiara la historia que me cuento acerca de los acontecimientos de mi pasado? ¿Qué pasaría si cambiara la historia sobre quién soy? ¿Y si cambio la historia de mi futuro posible? ¿Qué nuevas posibilidades existirían para mi?

Y es que estamos tan acostumbrados a ser la audiencia de estas conversaciones (incluso audiencia de nuestra propia conversación) que nos olvidamos de tres cosas:
  • Lo que creemos que son hechos son solo la interpretación que le estoy dando a los hechos, es decir, la historia que me cuento sobre los acontecimientos
  • Nosotros somos los narradores de esas historias y como tales...
  • Podemos cambiar esas historias en el momento que lo decidamos
Cuando cambio la interpretación que le doy a los hechos del pasado que condicionan la persona que yo digo ser, inmediatamente cambian las posibilidades que tengo disponibles  para crear el futuro que (esta vez) estoy eligiendo vivir, es decir: puedo contar una historia posible sobre mi futuro completamente distinta.

Al cambiar la historia que cuento de mi estoy cambiando la persona que soy: la transformación se ha dado.

domingo, 27 de octubre de 2013

Transformación vs Crecimiento Personal - ¿Hacia el pasado o hacia el futuro?


Hoy quiero hablar sobre un tema que aunque parece fundamental lo había pasado por alto en los 29 posts anteriores: La distinción entre Transformación y Crecimiento Personal.

Hagámos un experimento. Levántate de tu silla y ve a hacia la puerta, solo que no le quites la mirada de encima a la silla. Sin saber dónde estás, tengo la idea de que para hacerlo vas a tener que camirar hacia atrás o al menos de lado. ¿Vas a llegar? Por supuesto, pero irás mas lentemente y tal vez te tropieces o choques con cosas que no ves en tu camino. Porque tu atención está fija en el lugar donde estabas y no en el lugar al que quieres llegar.

Ahora, si te pido que solamente vayas a la puerta con tu atención fija en la puerte te aseguro que llegas ahí en menos tiempo del que te lleva leer este párrafo.

Esa es la diferencia básica entre Transformación y Crecimiento personal: dónde tienes el foco, en el pasado o en el futuro.

Cuando buscas "ser una mejor persona, tener una mejor casa, una mejor relación, etc", "tener más dinero, más amigos, más de cualquier cosa", o tener "una relación diferente", "un trabajo diferente" o cualquier cosa "diferente" a lo que ahora tienes estamos hablando de CRECIMIENTO PERSONAL.

El crecimiento personal funciona en muchos casos, se trata de cambiar tus acciones sin dejar de ser "quien eres".

Y ahi es donde está la diferencia con la TRANSFORMACIÓN: en la Transformación las acciones que cambian los resultados surgen de dejar de ser quién eres.

Y es que el crecimiento personal surge de la corriente filosófica metafísica que sostiene que hay un modo en el que las cosas "son" y que podemos acceder a conocer ese "ser" de las cosas. Es decir yo SOY por naturaleza de un modo y ese "ser" condiciona lo que puedo o no hacer y conseguir, entonces mis acciones van a ir encausadas a obtener resultados con carácter de "mas", "mejor" o "diferente" de lo que ya es o ha sido.

Entonces argumentos como "yo soy asi", "yo no puedo hacer eso" se vuelven válidos a la hora de hablar de mis resultados.

Por otro lado, la TRANSFORMACIÓN surge de un sistema filosófico diametralmente opuesto: el existencialismo que sugiere que no existe una forma en que yo "soy" sino una forma en la que yo "He aprendido a ser" y si soy quien he aprendido a ser de un modo, entonces puedo aprender a ser cualquier otro YO que elija.

Esta postura nos permite ver al futuro no en función a lo que yo creo que puedo o no crear sino en función a lo que quiero crear.

Cuando yo cambio la persona que ve la situación, también cambiará las posibilidades que para mi estás disponibles. Se trata de cambiar no solo a la persona sino al contexto en el cual existe.

Se trata de sacar al pasado del futuro y dejar en su lugar un gran espacio en el cual puedo crear todo lo que yo quiera. Se trata de ser una persona distinta.


martes, 15 de octubre de 2013

Ganar - Ganar: Las reglas del juego



Si el juego en transformación no es bueno o malo, podríamos pensar que entonces todo se vale; es correcto?

Pues básicamente si, aunque ese todo se vale debe haber pasado por varios filtros: Yo soy responsable de mis acciones. Soy la fuente de todo lo que ocurre en mi medio, así que cualquier cosa que resulte de mi actuar, yo me hago cargo.  Si elijo romper las leyes, nomás que no se me olvide que eso tendrá consecuencias, del mismo modo que si decido reanudar relaciones con mis padres, o robarle un beso a la chica que me gusta, también habrá consecuencias.

El mejor filtro para evaluar nuestras acciones puede ser uno muy sencillo: ¿Quién gana con esta decisión? Porque si alguno pierde, todos pierden. Y voy mas allá, no importa si tu crees que todos ganan, si uno solo siente que pierde, todos pierden. Al final ganar y perder depende de lo que creamos que es ganar o perder.

Entonces, si yo decido dejar a mi familia para ir a buscar oro al ártico porque siempre he soñado una vida de aventura, tendría que preguntarme: ¿ganan todos o solo yo? ¿Mis hijos, mi esposa...están ganando con que yo me lance por mi sueño? Y si yo creo que mi felicidad es vivir de mochilero por los caminos del mundo ganándome el pan tocando una guitarra en las plazas de los pueblos acompañado por mi familia.... ¿Qué piensan ellos? ¿Alguno piensa que está perdiendo?


Si el nombre del juego es Enrolamiento, entonces las reglas de ese juego se llaman Ganar - Ganar.

Por supuesto, habrá ocasiones en las que la gente no pueda ver claramente cómo gana en el juego. Es difícil que alguien a quien despides de su trabajo pueda ver algo bueno en ello, aunque tal vez represente la mayor oportunidad de crecimiento en su vida, puede ser que pase algún tiempo antes de que lo vea.

¿Entonces debo abandonar mis sueños si mi mundo está en contra de ellos?

Enrola, Enrola, Enrola... Si realmente tus sueños son parte de la visión que tienes para tu mundo, si tu postura es poderosa, si todos ganan, si ERES ENROLAMIENTO crea tu sueño.

Solo recuerda. Cuando uno pierde (o siente que pierde) pierden todos.