miércoles, 25 de septiembre de 2013

Soy Enrolamiento

Por Bernardo Villar



¡Enrolamiento! ¡Bú! ¡Susto!

Enrolamiento es una distinción clave del proceso de transformación y hasta el entrenador mas pintado le saca el bulto cuando puede.

Pongámonos de acuerdo en lo que NO es el enrolamiento.

Enrolamiento no es venta.
Enrolamiento no es convencer a alguien con argumentos
Enrolamiento no tiene que ver con traer gente a un taller / entrenamiento
Enrolamiento no tiene que ver con salir a dar abrazos, ni desayunos, ni hacer cosas inusuales
Enrolamiento no tiene que ver con moralidad, con cambiar al mundo, con ser bueno
Enrolamiento no es.... (Pon aquí el 90% de las cosas que te han dicho en los talleres de transformación)

¿Entonces qué es?

Para empezar, el enrolamiento no es algo que se hace; es algo que se es.

Mi amigo Daniel Pappaterra lo plantea como ser una "invitación irresistible". ¿A qué? A vivir.

Enrolar se trata de SER las posibilidades que existen para los demás.

Enrolamiento es evocar en otros sus sueños personales.

También se menciona ser un "maestro enrolador" y adquirir maestría en algo significa volverlo parte de quien eres, una cualidad inseparable de ti.

Pero sobre todo, para mi el ejercicio de enrolar es un feedback sobre quién he estado siendo en el mundo: una inspiración o una decepción.

Por eso aun siendo el centro del programa de liderazgo es un tema que escuece tanto a centros, entrenadores y participantes; porque es un espejo implacable de quién estoy siendo.

Porque la transformación no se trata de tomar el proceso completo, apoyar en cada actividad, estar en servicio, apoyar en puertas; brillar en los talleres y que todos digan: Fulanito está bien comprometido con la transformación. Se trata de vivirla en la calle, en tu trabajo, tu familia, tus amigos (y no me refiero a marearlos con términos del taller ni convencerlos de lo bonito que es y lo bien que te sientes), se trata de convertirse de verdad en una posibilidad para todos los que interactúan contigo dia a día; convertirse en esa "invitación irresistible" a la posibilidad que para cada quien hay.

¿No enrolas? invéntate la historia que te sea más cómoda: falta dinero, tiempo, compromiso... los demás son unos mediocres... La realidad es que tiene todo que ver con quién has sido en tu vida. No en los talleres, sino en tu casa, tu trabajo, con tus amigos.

Si no enrolas es que la gente no te ve como una posibilidad que quieran tomar.

Es momento de comenzar a SER enrolamiento

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